El sábado 28 de octubre realizamos nuestra última excursión del año en la cual pudimos realizar una visita guiada a la Bodega La Caroyense y complementamos con un almuerzo en el Gran Hotel Salinas y luego un trekking en el salar.
Por la mañana temprano nos reunimos en la sede de nuestra asociación para emprender viaje. Hicimos un breve desayuno en la trafic para comenzar y recargar energías.
En 1h de viaje llegamos a nuestra primera parada: Bodega La Caroyense. A las 10:30 hs arrancamos con la visita guiada donde nos fueron introduciendo en la historia de la misma y en el proceso de cómo se producen los vinos en la actualidad, finalizando con una degustación de los productos que allí se elaboran. Al finalizar la misma, cada uno era libre de elegir y comprar los productos que quisieran, complementando con fiambres y embutidos de la zona!
Luego, subimos a la traffic y tomamos rumbo por la ruta nacional nº 9 y la nº 60 para dirigirnos hacia San José de las Salinas, territorio compartido por cuatro provincias argentinas: Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero y Córdoba. Nuestra segunda parada tenía lugar en el Gran Hotel, ubicado en un lugar privilegiado geográficamente dentro del contexto de Salinas Grandes. Este verdadero desierto blanco es uno de los lugares menos explotados y más singulares de la infinidad de paisajes que brinda Argentina.
En el hotel pudimos disfrutar de un exquisito y completo almuerzo. Algunos eligieron degustar una cazuela de cabrito acompañada de arroz sabroso, y otros se inclinaron por las pastas.
De postre nos ofrecieron mousse de algarroba con praliné de maní, y flan casero con dulce de leche.
También, tuvimos la posibilidad de recorrer y conocer las instalaciones del hotel acompañados de la recepcionista muy amable, Antonela.
Alrededor de las 16:30 hs comenzamos el último trayecto de este viaje. Nos dirigimos hacia las cercanías de Lucio V. Mansilla donde nos encontramos con nuestros guías acompañantes, Juan y Nehuen.
Pudimos disfrutar de un atardecer soñado en el salar y aprovechamos el drone para capturar momentos y fotos espectaculares. En el regreso de la caminata, compartimos una rica merienda donde degustamos, dulce de leche de cabra y miel orgánica de la zona. Y para finalizar esta hermosa aventura, observamos la luna llena a través de un telescopio.
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¡Gracias por confiar y acompañarnos en esta hermosa experiencia! 
APSE Turismo